La Dama de Gorro Frigio, al entrar en el consultorio del terapeuta, se topa con el Tío Sam. Este, con una sonrisa libidinosa, le hace un ademán simpático para que pase.
- Adelante, muñeca...
Ella, alzando el mentón y enderezando su postura, se abre paso, denotando su incomodidad. El Tío Sam, que recién había salido de aquella sesión, se queda mirando su sensual cuello y, haciendo una mueca, dice:
- ¡Histérica!
Ella se da vuelta, lo mira con ojos anegados de indignación, y le da un portazo en la cara.

- ¿Qué pasa? -Le dice el psicólogo desde su sillón, cargando su pipa-
- Nada... es que... no sabía que ese energúmeno también se atendía con usted.
- Hum... ya veo... ¿Quiere hablar de ello?
La Dama, haciendo un gesto de negación, se recuesta en el diván. Tras una pausa en la que parece relajarse, el psicólogo le pregunta:
- ¿Y... qué tal... cómo está?
- Y... mal... cómo voy a estar... encima tengo que toparme con ese sujeto...
- ¿Qué ocurre con ese sujeto?
- Es un maldito embustero... una porquería de tipo.
- ¿Por qué le preocupa tanto?
- Es que yo... Yo soy una dama, sabe... Yo no soy una cualquiera... y encima tiene el tupé de hacerse el galán conmigo.
- ¿Y por qué él habría de hacerla sentir una cualquiera?
- No doctor, no se confunda... a mi ese sujeto ni nadie me hace sentir una cualquiera... Yo soy una dama. En otras épocas más de un cortesano de la nobleza europea venía a pedir mi mano...
- ¿Y qué pasó?
- Nada, yo soy una mujer íntegra... y solo me rindo ante el verdadero amor... Pero ahora... ahora me arrepiento de no haber accedido a las buenas intenciones de esos distinguidos aristócratas.
- ¿A qué se refiere con buena intenciones?
- Bueno... ellos venía a pedir mi mano no a...
- No a qué....
- No a...
- Dígalo
- No a cogerme.
- Y dígame... qué pasó con "ese sujeto" -como usted dice- que la incomodó tanto.
- ¿Eh...? Yo... yo... es que era muy joven... Fue culpa mía... él era muy apuesto, sabe... Y... aunque no era ningún aristócrata... tenía un extraño encanto que me cautivó.
- ¿Ah sí? Cuénteme...
- Lo conocí en 1853, si no me falla la memoria... él había venido con su porte de vaquero, tan seductor... y lo sigue siendo... Y yo... como una estúpida, accedí a sus deseos... y... me hizo quedar como una ramera.
- Por qué dice que la hizo quedar como una ramera. ¿Ante quién?
- Pues ante todos. Me vi expuesta, pernoctando en burdeles, perdón, en cuarteles.
- Bueno... ello es algo, al menos no cargas con esa culpa...
- Es que sí la cargo... en realidad fue todo culpa mía... por meterme con gente que no es de mi clase. Ya mi madre me lo había advertido, pero siempre fui tan díscola...
Pero en fin... tuvo que aparecer este sujeto con sus encantos y su... y su...
- Dígalo...
- Es que no me sale la palabra.
- ¿Su dinero?
- No... por su puesto que no, su... no sé como decirlo... su seguridad, su... su... su experiencia en ciertas cosas.

Silencio.

- ¿Fue su primer experiencia sexual?
- ¿Eh...? ¿Cómo dice? ¿Usted me pregunta si yo era virgen antes de conocerlo?. Pues sí.
- Bueno... no debe sentirse culpable por ello... ¿Aún lo ama?
- Qué le hace pensar que lo amé alguna vez. ¿Amarlo? Jha... No, por su puesto que no lo amo. Y tampoco me siento culpable. Solo estoy indignada, me produce mucho fastidio que encima tenga el tupé de querer hacerse el galán conmigo. ¡Cerdo! Pero... Doctor, no quiero hablar de esto... yo vine porque estoy sufriendo una crisis emocional que ya no puedo resistir. Deme una solución, por favor.
- No hay soluciones mágicas para esas cosas... la idea es que lo resuelva usted, no yo.
- Bueno, aunque sea deme un diagnóstico, hace bastante tiempo que me analizo... ¿Tengo alguna patología?
- Hum, en cierta medida, todos las tenemos.
- Hábleme de la mía, por favor
- Insisto, la idea es que hable usted... pero si quiere que le diga... -el psicólogo saca del escritorio una pila de fichas y comienza a pasarlas en sus manos como naipes-
- Usted ha reconocido, por lo menos en alguna medida, que su paso por los burdeles... y aquí usted se corrigió y dijo "cuarteles"...sería una suerte de patología. ¿No es cierto?
- Sí...
- ¿Usted cree que ha superado eso?
- Hum... yo creo que sí.
- Y si cree que sí, qué es lo que la aflige de ello...
- No lo se... no lo se doctor...
- Quizás usted ya se ha dado cuenta que no puede escapar de la realidad tratando de ir a los burdeles... y ahora, que trata de recomponer su vida, no se siente integrada a su nueva realidad... Quizás aquél refugio, que usted ha asumido como negativo para usted, ahora se esté manifestando en otro aspecto de su conducta.
- ¿Otro aspecto? ¿A qué se refiere doctor? Yo ya hace tiempo que no voy más a esos lugares.
- Pero quiere evadirse de su realidad, no es cierto?
- Yo... yo... ahora solo quiero hacerme popular... ello no implica vender mi cuerpo, como lo hacía antes...
- No importa lo que implique, importa lo que usted sienta al respecto. ¿Usted considera que el populismo es hoy otra, o quizás, la misma patología que alguna vez signó sus traumas?
- Yo no creo nada... yo siento que estoy cansada... que ya nada tiene sentido.
- Creo que lo que está sufriendo en este momento es una crisis de identidad que le provoca regresiones constantes. Permítame decirle que las regresiones son muy negativas para usted, porque aíslan el problema, pero no lo resuelven. Quizás deba aceptar su pasado y empezar una vida nueva.
- ¿Por qué dice eso?
- Yo no lo digo... es lo que usted quiere ¿O no?. Si no le encuentra sentido a nada, es porque no hay nada... usted ha superado su pasado, pero aún no ha empezado a andar su presente. Usted ha aceptado lo que fue, pero aún no acepta lo que es... usted fue, ahora debe ser... a partir de ahora... si realmente desea empezar una nueva vida, tiene que animarse a comenzar de nuevo y dejar de proyectar ese pasado asumido sobre la nada de su presente...
- Entiendo muy bien lo que dice doctor... yo a veces, pese a que me siento muy mal, pienso que he estado peor y me reconforto, y otras veces pienso que he estado mucho mejor y me aflijo y... es un ir y venir constante que no me deja hacer nada.
- Pues ello es solo una proyección... defina su presente... cuando lo haga, recién ahí podrá establecer esos parámetros de contratación que hace, mientras tanto... no existen otras situaciones comparables con su realidad... porque no hay nada que comparar... cuando comience a asumir su realidad... quizás tampoco pueda hacer esas comparaciones sin que le produzcan angustias, porque se dará cuenta que sus distintas realidades son inconmensurables.
Se hace un silencio y el psicólogo mira la hora...
- Bueno... creo que por hoy podemos dejarlo acá...
La Dama de Gorro Frigio se incorpora y se despide y... nosotros, nos quedamos pensando, si en la próxima sesión, nos enteraremos de cómo será la nueva vida que esta mujer piensa encarar.

Luis Virgilio
02/03/02


La Dama de Gorro Frigio

 

Login:
Clave:

Alta Usuario

WebMail

Tus Cuentos

Tus Poemas

Tus Críticas

Sugerencias


Contáctenos

 

Nota 25 de Mayo
Nota 25 de Mayo de 1810 por Luis Virgilio

Nota "Amia"
Nota sobre una reflexion del atentado Amia por Luis Virgilio

Nota "La Falla"
Nota reflexiones sobre la Falla de EEUU Por Luis Virgilio

 

Cuenta la historia que un grupo de intelectuales de Buenos Aires se reunieron en un café literario de la calle corrientes para crear un monstruo.
Otras versiones de la mima historia dicen que Luis Virgilio es el invento de un intelectual con nombre y apellido. Poco sabemos sobre él, salvo que su obra existe. Nosotros, en un esfuerzo por tratar de descubrir, a través de su obra, que este autor realmente existe, que no es un invento, sino, por el contrario: una creación (como todos nosotros) te invitamos a descubrirlo

"Huevos Poetas"
Una Huevada que le gustó a Luis Virgilio
 
   

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 


Resolución mínima de 800x600 © Copyright 2003
El contendido de esta web es propiedad exclusiva del autor. Obras registradas en la Dirección Nacional del Derecho de Autor,.- Todos los trabajos de diseño del sitio, como así también las portadas de los libros,
son creación de WebMaster Pablo F. Sanchez. (Derechos reservados)

Enviale una postal a tus amistades Acceso directo al buscadorImprime ésta pagina Comunicate con el webmaster de Luis Virgilio Agregá a tus Favoritos el portal de Luis Virgilio Hacé de Luis Virgilio, tu pagina de inicio